Apartado totalmente de la disciplina 'red devil', que le liberará el próximo mes de enero de manera definitiva, Bastian actualmente se ejercita en el gimnasio, pretendiendo recuperar su mejor tono físico, pretiendo volver a ser el jugador que él mismo enterró hace dos años.
En su llegada a Manchester, el centrocampista teutón se puso a las órdenes de un Van Gaal que ya le había entrenado anteriormente. El técnico holandés le comenzó a dar minutos, pero su rendimiento no se correspondía con el esperado de un jugador con tanta entidad.
El motivo de sus discretos números no era otro, según comentó Van Gaal a su entorno, que la distracción que supuso en el jugador su boda con la tenista Ana Ivanovic. El enlace se produjo en julio de este año, pero los preparativos fueron bastante largos y Bastian se centró en ello a la vez que descuidaba su fútbol.
Pero el 'certificado de defunción' lo firmó otra persona: José Mourinho. La disciplina que imparte el técnico portugués es bien conocida por todos y desde primera hora le dejó las cosas claras al ex del Bayern: "O entrenas de manera extra para recuperar tu mejor fondo físico, o no tendrás ninguna oportunidad conmigo".
Schweinsteiger obvió la amenaza del luso y aprovechó su verano para viajar con su nueva esposa y presenciarse en actos promocionales conjuntos con ella, motivo que hizo estallar a un Mourinho que, pese a querer contar con él, tomó la decisión de sentenciarle.
Además, y siempre según el citado medio, la gota que colmó el vaso de ira de Mou fue el enterarse de que Bastian apenas se relacionaba con el resto de la plantilla. El alemán tenía algunos buenos amigos, pero su relación con más de la mitad de la los jugadores era casi nula.
Parece que ya, con 31 años, el futbolista que alcanzó la gloria hace unos años, está cada vez más lejos de la élite. Bastian caminó con tres pasos agigantados hacia el ostracismo... y ahora tendrá que sacar las alas para volar de nuevo hacia el Olimpo del fútbol... el mayor reto de su carrera.