En 2012, un jovencísimo Lucas Moura abandonaba la Liga Brasileña por la llamada del PSG, que pagaba 40 millones de euros por un majestuoso proyecto de jugador total. Rápido, regateador, con pase y gol. Estaba llamado a comerse el mundo en París, pero todo hace indicar que va a terminar a los 25 en China.
El Beijing Guoan, que también está interesado en el jugador del Celta Maxi Gómez, lo tendría prácticamente hecho con Lucas Moura. De hecho, según la información de 'GOAL', el jugador ya habría pasado los pertinentes exámenes médicos.
Cierto es que Unai Emery no cuenta con él, pero también es importante reseñar que no le faltan ofrecimientos al brasileño. Nadie en Europa escapa a su indudable talento, aunque los millones del opulento fútbol chino parece que han pesado más.
A expensas de que se oficialice, con Lucas Moura estaríamos ante otro ejemplo de lo impredecible del actual panorama futbolístico, pendiente de movimientos multimillonarios de una Liga China que, por mucho que lo ha intentado, todavía no se ha convertido en lo que pretende ser.