El duelo de Manchester por la cima de la Premier League se convierte poco a poco en un monólogo del City de Guardiola. Los celestes se impusieron con comodidad al Burnley y toman una renta de oro en la Premier ante un Manchester United incapaz de conseguir la victoria ante el recién ascendido Huddersfield.
Los peores fantasmas de la pasada temporada van volviendo a aparecer en los 'red devils' a medida que Halloween se acerca y el United cedió claramente ante un Huddersfield muy serio, que se puso por delante y luego supo defender su ventaja sin excesivos apuros.
El primero del partido lo hizo, para más inri, un ex del Manchester City. Aaron Mooy se benefició de un fallo de Mata y, tras una recuperación en la zona central, lanzó una rápida contra que acabó con un rechace de De Gea y en un tanto del propio jugador australiano.
Poco después, un clamoroso error de Lindelöf a la hora de despejar un balón aéreo le permitió a Depoitre quedarse solo ante De Gea. El belga regateó al portero español y puso el partido imposible para los 'red devils'.
La segunda parte fue un quiero y no puedo para un Manchester United que sólo puso en aprietos al Huddersfield Town con un tanto de cabeza de Rashford a centro de Lukaku con casi un cuarto de hora para el final.
Preocupante pinchazo para un Manchester United que hace dos jornadas que no gana y que sigue segundo, pero ya a una distancia considerable del Manchester City de Guardiola, cada vez más favorito al título.