Corría el minuto 72 de partido cuando Marius Wolf le hizo una entrada desde atrás a James. El colegiado, Harm Osmers, dictaminó que era roja directa ante las quejas de los visitantes y las protestas de los locales. Wolf fue expulsado.
Sin embargo, tras pedir VAR, el árbitro decidió que la acción merecía una amarilla y no una roja cuando el centrocampista ya había tomado el camino hacia los vestuarios.
El mismo colegiado fue para avisar al jugador y rectificar, sacándole una cartulina amarilla y demostrando las ventajas del videoarbitraje. El partido continuó con 22 hombres sobre el césped.