El Málaga amarró la permanencia matemática tras su triunfo ante el Granada y ya plenea la próxima temporada con Míchel a la cabeza de las operaciones.
El técnico ha tenido conversaciones con Camacho, Fornals y Llorente para demostrarles su plena confianza y su esperanza de que puedan continuar en el equipo el próximo curso.
Además, tiene una buena relación con Sandro, al que espera convencer para que juegue un año más en La Rosaleda antes de partir a pelear por cotas más altas.