Marcó Cavani el tercer tanto, y los espontáneos irrumpieron en el terreno de juego. Dos de ellos, ataviados como Leonardo y Rafael, fueron hacia los jugadores parisinos.
Leonardo se paró ante Dani Alves y le dijo algo. El brasileño, fiel a su forma de ser, participó de la fiesta, e hizo el gesto de desenvainar una de las catanas que Leonardo siempre porta a la espalda y que por puro sentido común los espontáneos no llevaron consigo.
A continuación se fue a abrazar a Mbappé, autor del anterior gol, y entonces llegó su compañero y con él, los de seguridad.
Se llevarán una multa y pasaron un rato retenidos, pero el momentazo que protagonizaron lo recordarán el resto de sus vidas. ¿Dónde estarían las dos tortugas que faltan?
allez c'est bon fin du game pic.twitter.com/JI7ZhcG38x
— Philou (@philousports) 16 de diciembre de 2017