Cuando uno oye hablar de Moscú, inmediatamente piensa en el Kremlin, en la Plaza Roja, en desfiles militares, en nieve y frío, muchísimo frío. No en vano es la ciudad de más de 10 millones de habitantes más septentrional del planeta.
Moscú se encuentra emplazada a orillas del río Moscova, del que toma su nombre. De hecho, sería más correcto llamar a la ciudad Moscova, ya que la transliteración de su nombre del ruso es 'Moskvá'.
Ha sido la capital de Rusia sólo desde 1918. La capital del extinto imperio ruso fue tradicionalmente San Petersburgo, aunque Moscú ostentó ese honor durante algunos años, más por su céntrico emplazamiento que por su grandeza.
Sin embargo, tras la Revolución de Octubre de 1917, Moscú se convirtió en el centro político de la recién nacida Unión Soviética, y mantuvo su importancia como capital de Rusia tras su disolución en los años 90'.
Si algo caracteriza a Moscú, además de lo ya mencionado, es su red de metro. Construido como refugio contra los bombardeos, el metro de Moscú es una obra de arte en sí misma.
En lo deportivo, Moscú alberga multitud de equipos de todas las disciplinas habidas y por haber. Centrándonos en el fútbol, tenemos el Spartak, el Dinamo, el Lokomotiv, el CSKA o el Torpedo, todos ellos surgidos en época soviética al amparo de distintos ministerios u oficios (la Policía, los ferrocarriles o el ejército, por ejemplo).
Moscú pondrá a disposición del Mundial dos estadios. Por un lado, el Otkrytie Arena, donde el Spartak de Moscú disputa sus encuentros como local. Inaugurado en 2014, es otro de los muchos estadios erigidos para la cita.
El Spartak es propietario de este recinto, que tiene cabida para poco más de 45.000 espectadores. Albergó cuatro partidos de la Confederaciones, incluida la final de consolación entre Portugal y México.
Es el primer estadio que es propiedad del Spartak, que pese a su laureada historia, jamás jugó en uno propio. Hizo uso de los estadios de los otros equipos de Moscú, hasta que se levantó éste en el extinto aeródromo Tushino, famoso por ser donde la Unión Soviética mostraba al mundo sus adelantos tecnológicos.
El otro estadio es el Estadio Olímpico Luzhnikí. Como se podría pensar por su nombre, el estadio no se construyó con motivo de los Juegos Olímpicos que la entonces capital soviética albergó en 1980, y que se caracterizaron por el boicot del bloque occidental a los mismos, lo que permitió que los países comunistas arrasasen en el medallero.
El Luzhnikí lleva en pie desde 1956, y ha sufrido dos remodelaciones. La primera, en 1997, y la segunda, más reciente, con motivo del Mundial. Es la sede de la Selección Rusa, y posee un césped artificial que es reemplazado cuando la ocasión lo demanda por un tapete natural.
'Luzhnikí' viene a significar algo así como 'prado', y el estadio, y su recinto polideportivo adyacente, se levanta en una curva del río Moscova. Caben 81.500 almas en este estadio, el más grande de todo el Mundial.