Así, cualquier madridista con memoria futbolística, se acordará, sin ninguna duda, de aquel 17 de junio de 2007 en el que el Madrid consiguió una Liga que, con sufrimiento y coraje, pudieron conquistar en el último partido... no sin antes sufrir más de la cuenta.
El equipo blanco encaraba la última jornada como una oportunidad de oro. Empatado a puntos con el Barça pero con el 'goalaverage' ganado, le valía un triunfo, al igual que esta noche en La Rosaleda (aunque también le serviría un empate este domingo).
Pero, a veces el fútbol es caprichoso. El Barcelona encarriló en media hora su victoria con tres goles, mientras que el Madrid comenzó perdiendo en el Santiago Bernabéu frente al Mallorca por 0-1.
Pasó más de una hora con el título en manos azulgranas hasta que en la segunda mitad, Capello dio entrada a José Antonio Reyes en busca de más desborde y mordiente arriba... y su salida provocó el milagro que todo el madridismo esperaba.
El sevillano logró el empate en el minuto 67, haciendo que el Madrid creyera en la remontada. 12 minutos después, Mamadou Diarra anotó el segundo y el Bernabéu enloqueció, aunque todavía quedaba tiempo para algún susto.
Pero el mismo Reyes se encargó de que el madridismo respirara tranquilo con un 3-1 definitivo que espantó todos los fantasmas del coliseo blanco y le dio al equipo blanco una de sus últimas Ligas. Un precedente al que aferrarse esta misma noche.