En principio, la UEFA no permitía que dos clubes con un mismo propietario coincidieran en la máxima competición europea. Así lo dictaba el artículo 5 de la normativa Champions:
"Ningún club podrá tener influencia sobre la gestión y administración de cualquier otro club", señala el citado artículo. La empresa Red Bull debía decidir qué equipo inscribir en el torneo, si el alemán o el austriaco.
Sin embargo, la UEFA señala en su comunicado que ha investigado a fondo a ambas entidades y dictamina en el mismo que ninguno influye en el otro.
Sobre el papel (que no en la práctica), Red Bull aparece únicamente como principal patrocinador del campeón de Austria.
Algunas voces alertan sobre lo peligroso de este precedente ante un posible enfrentamiento o la posibilidad de que grandes clubes compren otros equipos más pequeños y monopolicen la Champions.