El informe disciplinario de la Serie A asegura que unos 2.000 ocupantes de la Curva Norte, donde se sientan los aficionados más radicales de la Lazio, en la cual caben 5.499 ultras, profirieron cánticos de discriminación racial.
Alfred Duncan y Claud Adjapong, dos futbolistas del Sassuolo de origen africano (aunque el segundo haya nacido en Italia) fueron el blanco de sus iras.
La Curva Norte permanecerá cerrada los próximos dos partidos que la Lazio juegue como local, contra el Cagliari y el Udinese.
La triste ironía, que demuestra la poca capacidad mental de estos individuos que se dicen aficionados al fútbol, es que ente sus filas se encuentran Jordan Lukaku, Felipe Caicedo o Bastos, y hasta el pasado mes de agosto, Keita Baldé. Todos ellos de raza negra y a los que aplauden o aplaudían jornada tras jornada.