Uno de los clubes de la Primera División de Noruega ha sido el más comentado de los últimos días, sobre todo después de que Marcus Sandberg haya protagonizado una de las jugadas más bochornosas de la temporada.
El portero en cuestión intentó despejar el pase de un compañero, pero el césped provocó el bote del balón y el arquero no logró quitárselo de encima. Ibrahim Shuaibu recogió el esférico y lo depositó en las redes del rival.