Según afirma el diario 'Marca', la idea del club azulgrana era convertir a Isco en el nuevo Luis Enrique, cuando el ahora ex técnico del eterno rival cambió al Madrid por el Barça.
Los 'culés' querían convencer al centrocampista de que no renovase con los 'merengues' para que así pudiese llegar a coste cero al Camp Nou una vez que acabase su contrato.
Por su parte, el Barcelona se comprometía a darle una generosa prima de fichaje y le ofrecería un contrato que le igualase con algunos de los pesos pesados del vestuario.
Por supuesto, el Barça sabía que la operación era muy difícil, pero era la única oferta que podía permitirse, ya que el Real Madrid no accedería a la venta de Isco y se atendría a la cláusula de rescisión, que ascensdía a unos 350 millones de euros. Actualmente, tras renovar, se sitúa en 700.
Isco ha ganado con el club blanco una Liga, tres Champions, una Copa del Rey, dos Mundiales de Clubes y tres Supercopas de Europa.