Especialmente se notó en el Istanbul Basaksehir-Sevilla. No se paró el partido, pero se llegó a ir la señal de televisión en un par de ocasiones.
La lluvia castigó algunas zonas del césped. El chaparrón fue continuado durante los 90 minutos. El infierno turco se mojó.
También llovió con severidad en el Celtic-Astana, aunque en Glasgow están más acostumbrados a las precipitaciones que en Estambul.