El ensayo más importante para el Mundial podría desembocar en el primer gran fracaso de Rusia 2018. La Copa Confederaciones no vende y se teme que el próximo año, en pleno Mundial, suceda algo similar.
Apenas 1.489 entradas ha solicitado Alemania, en tanto que Chile se queda en 7.111. La gran parte de las entradas las han comprado los rusos, pero se ha hecho público que sólo se han vendido 211.745 entradas de las 695.000 disponibles.
El torneo, que se disputará en Moscú, Sochi, San Petersburgo y Kazán, tampoco está teniendo unos precios desorbitados (70 dólares por entrada y 245 la más cara, en la final), pero sí que parece que la ausencia de estrellas como Kroos u Özil pesará demasiado.
"Esperamos que las ventas aumenten hasta el comienzo del certamen", dijo el jefe del comité organizador, Vitali Mutko. Pero lo cierto es que Rusia y su Mundial siguen sin convencer.