"Me rompí el cruzado". Fueron las palabras que se le pudieron leer a Fernando Gago, dirigidas a su compañero y capitán Leo Messi, cuando, superado el shock, fue consciente de que no iba a poder continuar de ninguna manera el partido.
Gago entró en el minuto 60 por Éver Banega, pero tres minutos más tarde, en una acción fortuita, caía lesionado al dar un pase a la media vuelta.
Cuando se incorporó ya sabía lo que le pasaba, e hizo un gesto claro al banquillo, un chasquido. ¿El cruzado? Así fue.
La siguiente imagen es la de un Fernando Gago fuera de sí, gritando al médico de la 'Albiceleste' que le dejase jugar. Éste le decía que era imposible, que había sido el cruzado, pero Gago no quería creerlo.
No podía asumir esta mala suerte que se cebaba con él. Se reincorporó al partido, pero al segundo balón que tocó se dio cuenta de que no podía seguir. Intentó pelear por otro, y quedó patente que era imposible.
La jugada siguió y acabó en falta a favor de Argentina. Entonces, antes de marcharse deprisa a los vestuarios, Messi se giró, le preguntó qué le pasaba, y Gago se lo dijo sin paños calientes: "Me rompí el cruzado".
Cuando un jugador conoce su cuerpo... Gago lo sintió y se lo dijo a Messi después: "Me rompí el cruzado". https://t.co/nTWGqVR1ey
— Alejandro Etcheverry (@UruAlejandro) 6 de octubre de 2017