"Hemos disfrutado. Hemos dormido mucho para tener el día de ayer para regenerarnos y analizar el partido de Inglaterra. Debo decir que no hay euforia tras ganar a Inglaterra. Estamos muy concentrados porque el torneo aún no ha acabado", comenzó diciendo Stefan Kuntz.
Le preguntaron si se sentía favorito, y lo negó. "Si es una ventaja o no depende de según cómo lo afrontamos. Lo tienen que decidir otros si somos favoritos o no. No nos interesa demasiado. No está acabado", respondió al respecto.
Procuró no dar pistas de cómo jugará Alemania, pero dejó caer que podría recurrir al juego por las bandas. "El juego se desarrolla en muchas zonas. Los jugadores exteriores tienen un rol importante y son los que más participan. Estamos muy orgullosos de nuestros laterales", comentó.
"Jugaremos como en los otros partidos, con nuestra filosofía. Pero nos ajustaremos también a nuestros rivales", añadió, para agregar incertidumbre.
Se escondió al ser preguntado por el once. "Aún no tengo la alineación decidida. Estoy a la espera de ver cómo se encuentran Stark y Selke", contestó.
Y añadió más misterio a las notas de Pollersbeck. "Diré mañana la verdad sobre si había algo o no en las notas del portero en la tanda de penaltis contra Inglaterra", dijo, jocoso.
Preguntado por el duro camino hasta la final, Kuntz aseguró que así es más satisfactorio. "Queríamos medirnos a los mejores. Hemos jugado contra Italia, Inglaterra y ahora España. Son los cuatro mejores equipos de Europa y es un reto de nivel", respondió.
Por último, Kuntz elogió a los suyos. "Actúan y crecen como equipo en todos los partidos. Les enseñamos algunas cosas ante Italia que no hicieron bien y ante Inglaterra ya lo corrigieron tras escuchar las correcciones. Hicimos un gran partido y esa mejora durante el torneo es una cualidad del equipo. También están mejorando a nivel individual", dijo el seleccionador germano, para finalizar.