Arrancó el encuentro con Harry Maguire acariciando el gol en su debut con Inglaterra, pero su remate no tuvo premio. La suerte esquivó al central del Leicester que, junto a Winks, defendieron la elástica inglesa por primera vez.
Desde el primer momento, los hombres de Gareth Southgate se hicieron con el balón para mecer a una Lituania que defendía como podía su honra ante su afición.
Sin profundidad, Inglaterra se encontró con un penalti inocente de la defensa local, que arrolló sin necesidad a Dele Alli dentro del área de Setkus.
Harry Kane no perdonó su cita con el gol y materializó la pena máxima para celebrar, al menos, un gol en un primer tiempo sin grandes ocasiones.
Aunque Rashford acarició el segundo minutos más tarde, Inglaterra y Lituania se fueron al decanso con la diferencia que marcó el delantero 'spur'.
El segundo tiempo fue un tedioso monólogo de Inglaterra, interrumpido sólo por el carrusel de cambios de ambas selecciones.
La Selección Inglesa levantó el pie del acelerador y se conformó con una posesión estéril hasta que acabó un encuentro totalmente plano y carente de ritmo.