Importante y merecida victoria la que cosechó el Eibar ante un Valencia poco reconocible, tocado por varias bajas significativas. Todo influyó para que fueran los de Mendilibar los triunfadores de la tarde gracias a Jordán, casado con el gol este año, que cabeceó a la red un preciso centro de Iván Alejo.
Antes, Eibar y Valencia regalaron una primera mitad cargada de intensidad, bajo una imponente lluvia que hizo que Ipurua recordara al fútbol añejo. El inicio de los locales fue prometedor, mientras que el Valencia intentó contener el empuje de un Eibar que vuelve a parecerse a sí mismo.
Los goles no llegaron, pero sí las ocasiones. Enrich tanteó la portería de Neto mientras que Dmitrovic le negaba el gol a un chut lejano de Parejo. El paso de los minutos dejó un mejor Valencia, que perfectamente pudo irse al descanso con ventaja.
Rodrigo, en la última jugada de la primera mitad, cabeceó fuera lo que en el banquillo cantaron como gol. Salida a por uvas de Dmitrovic y cabezazo picado del internacional español, que no encontró portería cuando tenía todo a favor.
Avocados al empate hasta que apareció Jordán
El guión tras el descanso fue el mismo del inicio, aunque con una diferencia significativa: el gol. En el 49, una serie de rechaces llevaron el balón hasta Inui, que no se lo pensó y soltó un buen derechazo que tras tocar en el palo batió a Neto.
El Valencia se quedó tocado, buscando soluciones en un banquillo plagado de canteranos. Cuando peor lo pasaba, Santi Mina aprovechó su opción como titular empujando un gran pase desde la derecha de Andreas Pereira. Mal partido, por cierto, del jugador cedido por el United a pesar de la asistencia.
Cuando lo fácil era venirse abajo, la tropa de Mendilibar se aprovechó del empuje de Ipurua para embotellar por momentos al Valencia. Fue mereciendo el gol de la victoria el cuadro local, comandados por un Jordán que es determinante para el engranaje de su equipo.
Tenía que ser él. Jordán, más goleador que nunca en esta campaña, hizo de centrocampista 'box to box' para incorporarse al área en un centro medido desde la derecha. Saltó con todo y la puso imposible para Neto, que vio como él y su Valencia caían por segunda vez en el año.
Una derrota que obliga a los de Marcelino a perder la estela de un Barça que se podría situar a ocho puntos si gana al Deportivo. Por su parte el Eibar, que hace no mucho cerraba la tabla, da un salto de gigante prolongando su buena racha y ya es séptimo, con 21 puntos, a tiro de plazas europeas.