Llegó a antojarse largo el partido de la octava jornada de LaLiga. En la primera mitad, las ocasiones se repartieron en ambas áreas, aunque sin fortuna en ninguna portería.
Varias oportunidades de gol se sucedieron bajo los tres palos del Dépor, pero la falta de acierto de los atacantes locales y las buenas acciones de Uzoho mantuvieron el lumoso a cero durante los primeros 45 minutos.
Ya en la segunda mitad, el Eibar salió mucho más enchufado arriba. Los de La Coruña se metieron en su área despejando cada balón peligroso que acechaba el gol, llegando a armar apenas unas cuantas contras peligrosas en ataque.
El Eibar se hizo grande en campo rival, imponiendo su fortaleza ofensiva, haciendo cada vez más pequeño al Dépor en su campo. Sergi Enrich comenzó a bailar con el gol, pero la fortuna se fue con el de al lado y, pese a que terminó perforando la portería de un Uzoho espléndido, lo hizo en claro fuera de juego.
Ésa sería la última jugada del encuentro, que nos dejó como mal sabor de boca una seria lesión de Ramis en su rodilla izquierda, lesión que pinta muy mal por los claros gestos de dolor del zaguero del Eibar sobre el césped.
Finalmente, un reparto de puntos que bien le viene al Eibar para poder salir de la zona roja del descenso, con siete puntos, y matiene al Deportivo en decimoquinta posición, con ocho.