El Mónaco es capaz de lo mejor y lo peor en un mismo partido. Lo hemos visto hoy de nuevo. Demostró poder inquietar al PSG, pero también evidenció una fragilidad defensiva impropia de un campeón de Liga.
El partido comenzó siendo un intercambio claro de golpes. Buscaba un tempranero gol el Mónaco, y respondía el PSG con el primero de los muchos fallos de un Mbappé que no tuvo su noche en su vuelta al estadio de su ex equipo.
El primer cuarto de hora fue frenético, con ocasiones en ambas áreas. Pero poco a poco el PSG comenzó a dominar el partido, y la intensa presión del Mónaco quedó diluida por el juego rival.
El Mónaco entonces recurrió a la violencia, y comenzó a cortar el juego del PSG a base de faltas, a cada cual más dura que la anterior. No bastó.
Porque, como hemos dicho, este equipo en defensa a veces deja mucho que desear. Y en el gol de Cavani lo demostró. Porque el uruguayo recibió sobre la línea del área pequeña completamente sólo. Rodeado de rivales, pero sin que nadie le estorbase.
Así, el 'Matador' sólo tuvo que picársela a un Subasic que demasiado hizo con reaccionar a tiempo. No bastó y subió el primer tanto al marcador.
La reacción del Mónaco se limitó a un par de buenas jugadas de Keita Baldé, quien fue de más a menos a lo largo del partido, pero en ninguna de las faltas que 'rascó' el ilerdense el Mónaco encontró el premio del gol.
El partido pasó a ser un monólogo del PSG, desde el gol hasta el descanso y más allá. De cuando en cuando el Mónaco se acercaba al área de Aréola, pero en ningún momento llegó a inquietarle.
Tras la reanudación, el gol que pudo haber sido la sentencia. Un claro penalti de Touré sobre Neymar que fue señalado por el árbitro sin dudar. Y sin dudar lo convirtió el brasileño, duplicando la ventaja del PSG hoy.
Movió el banquillo el Mónaco y se lanzó al ataque, pero eso sólo provocó una infinidad de contragolpes del PSG. Y en ninguno hubo goles.
El partido se puso al rojo vivo en el minuto 81, cuando una falta en la frontal se convirtió en el gol del Mónaco. La botó Moutinho, Mbappé no se agachó a tiempo y se llevó un pelotazo que a la postre terminaría entrando en su propia portería.
Esos diez minutos, más el añadido, fueron muy largos para el PSG, pero resistió estoicamente los envites del Mónaco, y logró sacar 3 puntos de un campo siempre complicado como es el Louis II.