Su llegada al estadio fue todo un acontecimiento. El gran ídolo local no podía faltar a la cita. No iba a jugar el partido, por su aparatosa lesión de rodilla, pero eso no evitó que estuviera presente.
Un carrito motorizado le llevó hasta su palco, generando gran expectación por allá donde pasaba. No era para menos.
Así llegó Zlatan Ibrahimovic a la final de la Europa League. ¡Como un jefe! pic.twitter.com/EqNfWtLRru
— Historia del Fútbol (@History_Futbol) 24 de mayo de 2017