La normativa estipula que el equipo visitante debe recibir el 5 % del aforo del estadio en entradas, pero el Celta sólo ha recibido unas 1.900 localidades, lo que ha despertado un enorme malestar en Balaídos.
Tanto es así que ha tenido lugar una reunión en Manchester entre los dos clubes para que puedan recibir las 1.800 que se calcula que faltan.
Sin embargo, el United alega que esas entradas fueron rechazadas, por lo que la pusieron a la venta para el público general.
El Celta no lo ha dudado y ha puesto una queja formal en la UEFA para intentar llegar a un acuerdo e incluso ha amenazado con tomar medidas drásticas si persisten en su negación.