Ante el Tottenham, una vez más, el Madrid dejó constancia de su falta de pegada. Quién se lo iba a decir al cuadro blanco, un habitual perforando porterías rivales. Pero este año la realidad es otra, mucho más si se compara con los datos de la 16-17.
Llegado este punto del curso, el equipo de Zidane sumaba el pasado año 43 goles, 14 más de los que acumula esta campaña sumando todas las competiciones. Un dato que alarma al madridismo, que espera que la calidad de la plantilla termine echando por tierra esta mala racha.
Las lesiones, la falta de fútbol, la ausencia durante varios partidos de Cristiano y el preocupante estado de forma de Benzema son algunas de las variables de la ecuación. Queda tiempo por delante, pero Zidane y sus jugadores se ven obligados a recuperar el acierto del que presumían hace no tanto.