La premisa del técnico argentino era clara. Desde el inicio, a por el gol. La idea de cerrar el partido cuanto antes con tal de no sufrir demasiado desgaste era tentadora y, a la vez, alcanzable. Con ganas y, sobre todo, puntería, pusieron a los locales contra las cuerdas desde el minuto uno.
De hecho, sólo corrieron 120 segundos cuando los canarios sufrieron su primer varapalo. Gameiro se disfrazó de Griezmann para abrir la lata tras un gran centro de Saúl. El 'Principito' no tuvo su día, pero su compatriota y compañero de ataque lo solventó a base de goles.
Habiendo llegado al primer cuarto de hora y con un inicio aplastante de los de Simeone llegó el segundo premio. Esta vez fue Saúl aprovechando, con un testarazo imponente, el centro medido que le puso Koke desde un saque de esquina.
Y, como no hay dos sin tres, Gameiro firmó su doblete tras un excelente pase de Gaitán que le dejó solo frente a Varas. Remate de 'killer' y reafirmación del francés, que tiene todas las papeletas para partir desde el once inicial en Champions.
Menos intensidad, pero con goles
Una vez marcó el tercero el Atlético, se calmaron sus ánimos. Conscientes de que la victoria estaba casi escrita, bajaron un pistón para tener el menor desgaste posible. Aún así, a causa de la expulsión por segunda amarilla de Boateng, los de Simeone pudieron aumentar su renta para dejar el resultado final en 'manita'.
Thomas, tras una gran triangulación con Correa, y Torres, en el último suspiro, al aprovechar un balón más que dulce de Filipe, lograron el cuarto y el quinto respectivamente para un Atlético que ya sólo tiene una cosa en la cabeza: el partido del martes ante el Madrid.