Quien fuera estrella y goleador de las 'Águilas del desierto' en 1994, acabó pagando una triste enfermedad con graves transtornos de bipolaridad y depresión y terminó falleciendo en 2012, con apenas 48 años.
Antes, Yekini desarrolló una carrera con múltiples altibajos y un año clave: 1994. Entonces, comandó a la semidesconocida Nigeria en su debut mundialista, donde las 'Águilas del desierto' se colaron en los octavos de final, y llevó a la victoria a los suyos en la Copa África de Túnez, segundo gran título de Nigeria en toda la historia.
La suerte, o más bien su habilidad como futbolista, quiso que fuera él quien anotara el primer tanto de Nigeria en un Mundial. Un gol que celebró con rabia y efusividad y que quedó como uno de los festejos de USA 94, cuando Yekini agarró la red de la portería de Bulgaria y se emocionó.
Por desgracia para él, la fama le había llegado algo tarde, con 31 años, y ya no lo supo digerir. Antes, había desarrollado una longeva carrera en su país, pero no fue hasta 1990 cuando pudo pasar a jugar en Europa, concretamente en el Vitória portugués.
En la 94-95 y 95-96, tras hacerse conocido a nivel mundial, Yekini jugó sin suerte en Olympiacos y Sporting de Gijón, pero tuvo que volver al Vitória para recuperar su mejor nivel. Su carrera se apagó en Suiza, Túnez, Arabia Saudí y Costa de Marfil antes de llegar a Nigeria, donde puso punto y final a su vida deportiva con 42 años.
Apenas seis después, el destino nos arrebató su vida, pero falleció y fue enterrado de la manera más discreta posible, en una estructura de cemento rodeada por un mar de piedras blancas. No tiene un cartel con su nombre -las costumbres musulmanas no lo permiten-, pero no lo necesita. Todos en su tierra se acuerdan de él y siguen gesticulando aquella celebración histórica cada vez que alguien habla de Yekini, un 'Águila del desierto' que se pasó toda su carrera intentando 'cazar' dos presas casi inalcanzables, el gol y su doble personalidad.