Con las selecciones de Irlanda del Norte y Hungría peleando el que sería un histórico pase a los octavos de final de la Eurocopa, no podemos pasar por alto recordar la cómica expulsión sufrida por Chris Baird cuando ambos países se enfrentaron en Windsor Park en septiembre de 2015, con motivo de la fase de clasificación para este mismo torneo.
El jugador norirlandés fue expulsado a diez minutos del final por Cuneyt Cakir por cometer dos faltas que tuvieron lugar en un lapso de tiempo de 6 segundos. El colegiado turco decidió posponer la tarjeta amarilla para Baird por una entrada por detrás a un rival húngaro, pero la jugada continuó y Baird cometió una segunda falta digna de amonestación, esta vez ante Kalmár.
Cakir no se lo pensó dos veces y, pese a las protestas del combinado de Irlanda del Norte al completo, mostró dos tarjetas amarillas a Baird, indicándole que cada una correspondía a una infracción diferente.
¿Interpretó dudosamente el reglamento Cakir o fue un justo y valiente castigo para el duro juego del jugador norirlandés?