Aunque este Chelsea dicta mucho del vigente campeón de la Premier League, el cuadro azulgrana subraya la competitividad del cuadro londinense repleto de estrellas.
Mientras la irregularidad se ha apoderado del equipo inglés, en el Barcelona temen la magia de Eden Hazard y la voracidad de Álvaro Morata.
Situación similar atraviesa un Bayern de Múnich que presume de competitividad en su ADN, pero que esta temporada no ha logrado engrasar la maquinaria.
Sin embargo, la salida de Ancelotti y la llegada Heynckes ha supuesto una mejoría anímica y de juego en una plantilla cargada de talento, que apabulló al PSG en Múnich y anhela el regreso de Neuer.
En Portugal, espera rival el Oporto que, a pesar de que no tiene el nombre de otrora, ha demostrado capacidad para competirle de tú a tú a cualquier equipo europeo.
El equipo portugués se aferra al olfato goleador de Aboubakar y a la profundidad de Alex Telles y Ricardo Pereira para paliar su fragilidad defensiva.
En Ucrania, el Shakhtar Donetsk dio la sorpresa en el grupo del Manchester City y el Nápoles, clasificándose en la última jornada dejando al cuadro italiano en la Europa League.
Encomendados a Bernard, los ucranianos esperan hacer de su campo un fortín donde lograr un buen resultado que defender fuera de casa, a pesar de las dificultades que les provoca el parón de competición doméstica.
Aunque a priori es el más modesto de los posibles rivales, el Basilea accedió a octavos henchido de confianza tras pelearle la primera plaza al Manchester United hasta el final.
A pesar de su inexperiencia en grandes citas europeas, el cuadro dirigido por Raphaël Wicky avanza en la competición sin miedo a nada, erigiéndose como una de las revelaciones de esta edición de Champions...