Todo esto tiene su origen en el Mundial Sub 17 del año 2011. México venció la semifinal del campeonato a Alemania por 3-2 con un gol en el último minuto del encuentro.
En las filas del conjunto europeo se encontraba un joven Emre Can, que fue uno de los autores de los tantos alemanes tras una gran jugada personal.
Este jueves, el centrocampista del Liverpool tendrá la oportunidad de quitarse la espinita de aquel 2011 con las semifinales de la Copa Confederaciones.