Un solitario gol de Rafael Silva en los últimos compases del encuentro sirvió para rematar la faena ante un Al Hilal desesperado, que incluso terminó el partido de vuelta con un jugador menos por la expulsión de Al Dawsari.
El equipo de Ramón Díaz lo intentó sin mucha fortuna ante un conjunto japonés que supo manejar perfectamente los tiempos del partido tras el 1-1 obtenido en la ida.
Con los saudíes volcados llegó el definitivo gol de Rafael Silva y la locura en el estadio. Los minutos finales se evaporaron entre trifulcas y protestas. Los visitantes entregaron la cuchara y Japón volvió a celebrar un título continental nueve años después, el segundo de Urawa Reds, que se apunta al Mundial de Clubes, en el que aspira a enfrentarse al Real Madrid en las semifinales.