Salta a la vista, y quien no quiera ver que Red Bull Salzburg y RB Leipzig comparten dueño, peca de necio. Uno de los dos se iba a quedar fuera, seguramente el Leipzig, porque el Salzburg fue campeón de Austria. Pero los dos jugarán.
Mismos colores, mismo escudo, mismo patrocinador, cambian jugadores como si de cromos se tratase, pero la norma no les afecta. Porque, de repente, de la noche a la mañana, el equipo alemán ya no le posee Red Bull.
¿Quién es su nuevo dueño, entonces? Esa pregunta, ya para otro día, si eso.
No, vamos a responderla. El RB Leipzig, club que, por norma de la DFB, no lleva el nombre de Red Bull, el patrocinador y, por mucho que digan, propietario, está en manos de Oliver Mintzlaff, un ex atleta alemán.
Desde 2014 trabaja para la sección global de fútbol de Red Bull, y en junio de ese año la empresa le puso a los mandos del equipo de Leipzig. En 2015 pasó a dirigir la sección de fútbol de la bebida.
Así que, técnicamente, Red Bull no es quien posee el equipo, sino el señor Mintzlaff, a diferencia del Salzburg, cuyo propietario es, claramente, Red Bull GmbH.
Y la UEFA se lo ha creído. Porque interesa más el dinero, el negocio, que la integridad. ¿Y todavía se preguntan por qué el Leipzig es el club más odiado de toda Alemania?