El primer gesto de Cristiano fue el no tocar la Champions antes de comenzar el partido. Desde siempre se ha dicho que ansiar el trofeo antes de conseguirlo es algo que provoca mala suerte, pero Cristiano llevó la superstición a un terreno mayor.
Y es que, mientras el mítico Ian Rush mostraba el trofeo frente a la fial de jugadores que componían ambos equipos, el luso se dio la vuelta y fue el único que no miró hacia el lugar en el que estaba el trofeo.
Así, Cristiano protagonizó una estampa más que curiosa. Con todos los jugadores mirando hacia el frente, él miraba hacia el polo opuesto... y al final, esta superstición parece que le funcionó...
Me he acordado de estos tuits al ver esto de Ronaldo (y otros) cuando entra Ian Rush con la copa antes de la final. pic.twitter.com/nSoCbhFwD1
— Hombre Revenido (@hombrerevenido) 8 de junio de 2017