El PSG arrasó en la primera mitad al Girondins de Burdeos con un fútbol ofensivo sin parangón y volvió a meter miedo al fútbol europeo tras la victoria ante el Bayern de Múnich en la pasada jornada de la Champions League.
Los galos anotaron tantos de todas las facturas posibles en unos primeros 45 minutos casi inigualables. En el minuto 6, Neymar hizo el 1-0 con un lanzamiento de falta casi perfecto que hubiera firmado el mismísimo Messi.
Una excepcional jugada del tridente la culminó Cavani a pase del jugador brasileño para hacer el 2-0 sólo 6 minutos después, gol culminado con un abrazo con el que Cavani y Neymar firmaban definitivamente la paz.
Hasta Meunier se sumó a la goleada, con un buen latigazo desde la frontal imposible para Costil en el minuto 22. Aunque Sankharé recortó distancias pasada la media hora con el 3-1, los últimos minutos de la primera mitad no hicieron sino plasmar aún más la diferencia entre parisinos y bordeleses.
Primero, Neymar transformó el penalti de la paz en el 39 y, con el tiempo cumplido, Mbappé se inventó un pase de fantasía que Draxler transformó con una volea plena de calidad en el 5-1.
Serio aviso a navegantes para un equipo cada vez más engrasado y que sueña y aspira con más.