Alucinaba con Vieira, Henry, Pirès y Bergkamp un joven de 9 años que paseaba por las calles de Londres con la elástica 'gunner'. Un niño que, sin saberlo por aquel entonces, se convertiría en uno de los delanteros referencia de la Premier League... pero sin llegar a jugar en ese equipo que le hacía desatar pasiones.
Y es que, 15 años después de la fotografía del pequeño Kane con la camiseta del Arsenal, el delantero inglés se ha refrendado como el máximo goleador del Tottenham en el 'North London Derby' (7 tantos) con un gol de cabeza a centro de Davies que valió para que los 'spurs' se llevaran los tres puntos en Wembley.
De querer ser un delantero más del Arsenal, a convertirse en el máximo verdugo del cuadro de un Arsène Wenger que falló al no tirarle el anzuelo. Siete goles en ocho partidos frente a su 'ex' equipo, habiendo anotado en todos los derbis del norte de Londres menos en dos. Harry Kane ya es una leyenda en la capital inglesa... y Wenger ya tiene otro motivo -y no van pocos- para maldecirse a sí mismo.