El Madrid informaba de una nueva lesión del galés, que estará de dos a tres semanas de baja. Un calvario que se repite para el atacante, que ya suma su octava lesión en el sóleo desde que llegó a Madrid, seis de ellas en la pierna izquierda, para un total de 17 lesiones.
La primera data de 2013, cuando Arbeloa le causó, de forma involuntaria, las primeras molestias en la zona durante un entrenamiento. Estuvo dos semanas ausente y, desde entonces, no ha terminado de levantar cabeza.
En enero de 2015 volvió a sufrir la misma lesión que le apartó otras dos semanas de los terrenos de juego. Entonces, comenzaron los rumores sobre el origen, aún desconocido, de sus males.
La tercera no tardó en llegar. Tres meses, para ser exactos. En abril volvió a recaer y el sóleo le dejó fuera otra vez durante 15 días, aunque no sería la última.
En los primeros encuentros de la campaña 2015-16 la dinámica no cambió y de nuevo el sóleo le apartó de la actividad física durante tres semanas. Tras recuperarse, se marchó con Gales para disputar dos encuentros y, a la vuelta, volvió a sufrir molestias en su primera participación. 21 días más de baja.
El quinto caso se produjo en enero del pasado año. En esta ocasión, fue la pierna derecha la que le hizo ausentarse hasta siete semanas, el mayor periodo de baja hasta la fecha.
Y, como donde caben cinco, caben seis, en noviembre de 2016 se topó de nuevo con el sóleo para estar de baja un mes y medio.
La séptima y última, de momento, se produjo en Múnich, en la ida de los cuartos de final y por la que se perdió los duelos ante el Sporting y Bayern, de la vuelta de la eliminatoria.
Ahora habrá que esperar para conocer con exactitud cuántos partidos se pierde, pero el sóleo ya le ha costado 24 encuentros, con un total de 60 partidos de baja por culpa de las lesiones.