Se presentó a San Paolo casi sin esperanzas, pero el espíritu de este Nápoles puede con todo. Tres puntos por debajo del Shakhtar, casi necesitaba un milagro para volver a encauzar el 'goalaverage' que le robaron los ucranianos en la primera jornada con el 2-1 en Donetsk.
Con paciencia, toque y ganas por hacer las cosas bien, el equipo del sur de Italia se plantó, arropado por los suyos, ante un Shakhtar que lo tenía fácil para asegurarse la clasificación pero acabó cayendo.
No faltaron las ocasiones en la primera mitad, pero la balanza estaba a favor del equipo visitante. Casi sin buscarlo, llegaba a la contra al área de Reina, pero todo cambió en la segunda mitad.
Los pesos pesados del Nápoles se echaron el equipo a la espalda. Primero Insigne, con un señor gol desde fuera del área a la escuadra larga de Pyatov, luego Zielinski, a diez minutos del final, con un tanto que hacía válido el 'goalaverage' para los italianos y, finalmente, Mertens, el rey de Nápoles, puso el 3-0.
Ahora el equipo napolitano depende de lo que haga el Shakhtar en la última jornada. Si los italianos ganan contra el Feyenoord y el equipo ucraniano pierde, estarán en la próxima ronda.