La Selección Holandesa pagó muy caros sus continuos tropiezos en una horrible fase de clasificación. Llegaron a la última jornada necesitados de una quimérica goleada, que nunca llegó a pesar de que Robben puso la duda con dos goles en la primera mitad.
El combinado dirigido por Advocaat naufragó y quedó tercera de su grupo con 19 puntos, los mismos que consiguió Suecia y a cuatro de la líder Francia.
Los holandeses buscaron una victoria por al menos siete goles de diferencia y en algún momento quizá creyeron en el milagro. Robben puso el 1-0 de penalti al inicio e invitó a soñar.
El jugador del Bayern repitió al borde del descanso con un latigazo desde la frontal del área, pero ahí se quedó Holanda, incapaz de sumar algún gol más en una segunda mitad que certificó su tremendo fracaso.
Porque Holanda se quedó fuera de una Copa del Mundo después de ser finalista en 2010 y semifinalista en 2014. Su sitio parecía estar entre los elegidos, pero el Mundial de Rusia lo tendrán que ver por televisión.