No hay primer partido de Champions que se le resista al Real Madrid, al menos desde hace ya 11 temporadas. Y es que en todas estas campañas, los blancos han conseguido sumar siempre una victoria en el primer choque de la fase de grupos.
La última vez que el cuadro de Chamartín empezó con una derrota en la máxima competición europea fue en el año 2006 y ante el Olympique de Lyon. Los blancos cayeron por 2-0 en territorio francés. Pero de eso hace ya mucho tiempo.
Desde entonces, parece que el Madrid sabe la importancia que tiene empezar con buen pie la fase de grupos para llegar con más opciones a la recta final de la competición. Y ayer, lo volvió a demostrar.
Es cierto que el equipo rival, el Apoel, era un conjunto más flojo y con mucha menos experiencia europea que los blancos, pero los de Zidane no arriesgaron y desde el minuto uno quisieron encauzar el choque.
Parece que la tradición se repite en la 'casa blanca': debut con victoria un año más...