El equipo emiratí se impuso por la mínima ante el Urawa Red Diamonds japonés con un gol de Ali Mabkhout al inicio de la segunda parte. El partido estuvo medianamente igualado y el Al-Jazira se lo llevó gracias a un planteamiento defensivo.
Así pues, el Real Madrid ya sabe cuál será el primer obstáculo en el camino para buscar un nuevo campeonato del Mundo. Ya lo ganó en 2014 imponiéndose a San Lorenzo en la final (2-0) y en 2017, sufriendo más de la cuenta ante el Kashima Antlers, que forzó la prórroga (4-2).
El equipo blanco, además, encara esta noticia con bastante optimismo, ya que dejó ver en esta última jornada de Liga una de sus mejores caras en lo que llevamos de año, ganándole por 5-0 al Sevilla.