Y es que los 'merengues' acabaron con diez jugadores en tres de los últimos cuatro 'Clásicos' disputados ante el eterno rival, lo que obliga a Zidane a pedir precaución a los suyos.
El galo ha de dejarle claro a sus jugadores que una expulsión prácticamente sentencia al equipo, algo que, ante un rival como el Barcelona, podría significar más que un problema.
Además, si un madridista es expulsado, no podrá disputar el encuentro de vuelta en el Bernabéu, en el vital partido que decidirá quién se llevará el trofeo a casa.
Ramos es el que más se 'calienta' en los 'Clásicos'. El de Camas fue expulsado en la temporada 2015-16 en el segundo choque ante los azulgranas en Liga y en el último 'Clásico' que los de Zidane disputaron el curso pasado.
Zidane ha de ser claro con los suyos, pedirles calma y concentración, y que no se dejen controlar por la intensidad del duelo. El Real Madrid necesita a sus once jugadores sobre el césped para poder hacer frente a un Barcelona dispuesto a ganar en su casa.