La del Huesca en el Coliseum Alfonso Pérez fue un lección de impotencia ante un Getafe que desde el minuto uno se adueñó con el dominio del encuentro y firmó las mejores ocasiones.
Con Lacen guardando las espaldas, Portillo generando y Molina y Pacheco mordiendo arriba, el Getafe sujetó a un Huesca en el que sólo Melero parecía a la altura del envite. En esta ocasión no hubo milagro Vinícius, que salió titular.
El Getafe se adelantó y el Huesca terminó por sacar la bandera blanca. Molina y Cala aprovecharon la candidez de la defensa en una jugada ensayada y el Getafe ya no tuvo rival.
Si el 1-0 no llegó antes fue porque Sergio Herrera lo impidió. Portillo, juguetón como un escolar en el patio, se puso al mando de las operaciones. Pacheco sentenció con un golazo.
El Huesca se enfrascó en guerras de guerrillas. Mientras el Getafe iba a lo suyo, Anquela y David López se encaraban e Íñigo López escupía a Cala. Entretanto, Fuster puso el 3-0. El Getafe sueña, el Huesca despertó del mismo.