En diciembre de 2005, un Madrid sumido en el caos daba las llaves de su banquillo a López Caro, que sustituía a Vanderlei Luxemburgo. A su cargo tuvo a Zidane, Ronaldo o Beckham, que jamás congeniaron con los hábitos de un López Caro profundamente religioso.
Los rezos antes de los partidos no surtieron efecto y el técnico, tras su despido, encarriló varios equipos o hasta la exótica Omán. Tras diversos vaivenes, López Caro aterrizó en el Dalian Yifang de la Segunda China, con quien ha logrado el título y el ansiado ascenso de categoría.
Lo hizo venciendo en la penúltima jornada al Yunnan Lijang (0-1) y aprovechándose de que el segundo clasificado, el Beijing Renhe del también español Luis García Plaza, caía en su visita al Nei Mongol. Así, con una jornada de adelanto, López Caro y sus chicos han logrado el objetivo.
Por si fuera poco, su equipo consiguió también el récord histórico de puntos de la Segunda China, superando los 62 obrados por el Henan Jianye en 2012. Un hito para alguien que hace una docena de años obligaba a Beckham, Ronaldo o Roberto Carlos a rezar el Padrenuestro.