El choque comenzó con mucha intensidad por parte de ambos equipos. En un ida y vuelta continuo fue el cuadro visitante el que golpeó primero. Lo hizo tras sólo 10 minutos del inicio gracias a un tanto de Tavares.
Pero el gol no era un reflejo de lo que se estaba viendo en el campo. En la lucha de fuerzas del centro del campo el Hapoel demostraba algo de superioridad y dejó patente su disconformidad con el marcador a sólo 2 minutos del gol de Tavares.
Nwakaeme, con un trallazo desde fuera del área, puso la igualdad en el luminoso y a partir de ahí la balanza se fue decantando hacia el equipo local, que se adueñó casi por completo del balón.
La insistencia del Hapoel tuvo premio cuando Tzedek, al borde del descanso, puso el 2-1 de penalti. En la segunda mitad siguió buscando el cuadro local el gol pero no lo encontró gracias a la gran disposición táctica de un Maribor que lo dejó todo para casa.