No podía haber un mejor estreno en el estadio de Montilivi. El Trofeo Costa Brava se queda en las vitrinas del Girona después de pasar uno de los exámenes más difíciles: tumbar al Manchester City de Pep Guardiola. Poca broma. El club 'citizen' es uno de los que más ha gastado en el mercado de fichajes, pues más de 200 millones de euros han sido invertidos para apuntalar la defensa y la portería.
El Girona fue a por todo desde el primer segundo y se tomó el partido de la forma más seria posible. Con grandes sensaciones, el equipo catalán fue superior durante los 90 minutos que duró la cita con el Manchester City del mismísimo Pep Guardiola, que se va tierras catalanas con un agrio sabor de boca.
Portu se encargó de abrir la lata en el minuto 14 de la primera mitad. Aday sacó provecho del hueco que dejó Danilo en su banda y le puso un centro medido a Portu, que también sacó tajada del resbalón de Sané para batir a Claudio Bravo.
Con Bernardo Silva y Sterling desaparecidos, Sané quiso probar los reflejos de Iraizoz desde larga distancia, pero no hubo mayor peligro para un Girona bien plantado y con sensaciones de equipo propio de LaLiga.
Pero el Girona quiso más e incluso Stuani se atrevió a driblar a Stones, pero su disparo fue atajado por Claudio Bravo. En la segunda parte, el Manchester City se volcó para conseguir un empate que no llegó. Sterling fue el más peligroso, pero tampoco obtuvo recompensa.
Iraizoz sacó una buena mano en el último minuto para dejar el Costa Brava en Montivili. El Girona se cargó a un gigante de la Premier a pocos días del inicio de LaLiga.