El defensor catalán, mientras miraba hacia abajo por la ventana, el lugar en el que se encontraban algunos aficionados blancos a las afueras del Bernabéu, movió la mano varias veces, dejando al cubierto tres dedos.
Nadie duda de que este gesto del central podría significar 'tres goles'. Hay quienes dicen que sólo fue una simple postura, pero la risa del jugador delata que esos tres dedos estaban puestos ahí por una razón.
Como no podía ser de otra manera, este gesto no le sentó nada bien a los aficionados del Real Madrid, que están acostumbrados a que el catalán ataque sin cesar a su equipo. Otra más, otra de tantas.