El ahora jugador del Bayern de Múnich, durante su etapa en la capital española habría, siempre supuestamente, defraudado una cantidad cercana a 2 millones de euros en relación a una posible evasión fiscal respecto a sus derechos de imagen.
Con la investigación abierta, el pasado 9 de enero, el Fiscal Jefe ordenó la archivación del caso a causa de no haber encontrado irregularidades, pero poco más tarde, la ex fiscal general Consuelo Madrigal dio la orden de que se presentaba una nueva querella con la intención de que prosiguiera la investigación.
Así pues, el propio Fiscal Jefe encargó la creación de dicha querella a una subordinada ajena, pero esta presentó un recurso de sólo cinco líneas sin ninguna argumentación, algo que contrastaba mucho con el informe la Agencia Tributaria, de cerca de 30 páginas.
Esto ha provocado que la Fiscalía General, según informa 'El Español', haya abierto un expediente disciplinario al Fiscal Jefe por un "cumplimiento inadecuado y desganado de la orden que recibió", dejando un poco de lado "el interés y la profesionalidad exigible".
El caso se contrapone a la situación que ha vivido Mascherano, quien, por un supuesto delito casi similar, ya ha sido juzgado y condenado a una pena por parte de la Justicia Española.