El Nápoles tenía que ganar en Holanda y esperar que el Manchester City derrotase al Shakhtar Donetsk. Al final, ninguna de las dos cosas sucedieron y el cuadro 'azzurro' se dejó caer y confirmó su fracaso.
Zielinski allanó el terreno al conjunto italiano, ya que en el minuto dos adelantó a los suyos. Un gol tempranero para meter presión a sus rivales por la clasificación que no tuvo el efecto deseado.
Por otro lado, el Feyenoord fue cogiendo peso en el partido, contando con numerosas ocasiones para empatar. El tanto de la igualada iba a llegar en el minuto 33, obra de Jorgensen.
En la segunda parte, ambos equipos protagonizaron una auténtica batalla por el control del juego. Sin duda, el Nápoles salió ganador, ya que dominó el encuentro en su mayor parte.
En el minuto 83, Vihena vio la segunda tarjeta amarilla y, por lo tanto, la roja. Expulsión que aprovechó el conjunto italiano para relajarse, ya que en el otro campo el Shakhtar Donetsk iba ganando.
Sin nada que hacer, el Nápoles bajó los brazos ante un Feyenoord que no se rindió ni con un menos. Juste puso el 2-1 en el minuyo 90 y dio los tres puntos al cuadro local.
Aun así, será el cuadro italiano el que juegue la Europa League, confirmando un fracaso que contrasta con su buen nivel en la Serie A.