No cabe duda de que la ausencia de David López la próxima jornada sería un hándicap para el Espanyol. Sin embargo, al equipo no le queda otra que barajar esa posibilidad, dadas las circunstancias del zaguero catalán.
En este sentido, el último entrenamiento del equipo blanquiazul será una prueba de fuego para él. El jugador ya luce una máscara protectora para proteger la fractura nasal que sufrió en la última jornada y se ejercitará con el resto de sus compañeros de equipo bajo la atenta mirada de Quique Sánchez Flores. Todo dependerá de cuáles sean sus sensaciones.
Hasta ahora, David López no se había perdido ni un sólo partido de Liga esta temporada. Si finalmente es baja ante Las Palmas, Óscar Duarte o Naldo ocuparían su lugar en el centro de la zaga.