El proyecto de Chen se basaba en la estabilidad deportiva y la viabilidad económica, pero en los próximos todo podría cambiar.
El Espanyol podría salir a la bolsa de Shenzhen, uno de los tres mercados bursátiles de China y uno de los más importantes del mercado asiático.
El club no quiere dar detalles de una operación que ha llevado con mucha discreción en los últimos meses, pero admite que la operación está abierta.
Su intención es encontrar pequeños y medianos inversores que compren paquetes de acciones y ayudan a paliar la inversión millonaria de Rastar, así como ayudar al capital del Espanyol en los próximos años.
Esta opción ya se estudió hace unos meses, pero no llegó a buen puerto: se abortó esperando un mejor momento. Siempre que los permisos lleguen a tiempo, los informes dejan abierta esta posibilidad para principios de 2018.
El Grupo Rastar ha invertido más de 150 millones de euros en el Espanyol y sabe que será muy difícil recuperar buena parte de la inversión si no es saliendo a bolsa. La deuda actual es de 120 millones de euros y estaba previsto que se redujese a cero en 2020.
Por eso, el grupo ha cerrado el grifo. En los primeros meses, la sociedad China prestó 43,5 millones de euros al Espanyol convirtiendo gran parte de ese dinero en acciones, algo clave para evitar que el club se fuese a la quiebra.
Con este dinero, se pagó a Hacienda y las deudas con clubes y sobre el estadio, y se estabilizó el club. Esta temporada, el Espanyol no ha invertido en fichajes prácticamente nada. El cambio también se ha producido por las restricciones del gobierno chino en inversiones en el extranjero en el secto del deporte.
Chen Yansheng posee el 99,35 por ciento del capital social del Espanyol, pero no perdería nunca la mayoría. Se quedaría el 51% del capital social tras vender parte de sus acciones. Sabe que la salida a bolsa favorecería al Espanyol y que es la única forma de aumentar ingresos y hacer más estable el club es clasificarse a Europa.