9 de enero de 2007. Copa del Rey. El Atlético abre sus puertas al Osasuna. Los allí presentes no sabían que iban a ser testigos de una de las obras de arte del joven 'Niño'.
En el Atlético de aquel entonces estaban Agüero, Gabi, Torres y compañía... Un equipo que formaba un buen tándem.
Perea, el zaguero colombiano, fue el encargado de poner el pase a Fernando Torres. El 'cafetero' le puso un centro perfecto al 'Niño', que se hizo con el esférico en el área rival.
Fernando Torres controló el balón, engañó a un defensa 'rojillo' y, sin siquiera acercarse a la meta, puso el balón exactamente donde quería: al fondo de la red.
Gol sublime del 'Niño', que regaló a su afición uno de los goles más bonitos de su carrera deportiva: