Lucas Hernández está alcanzando la madurez en el Atlético. Ante el Real Madrid, el francés volvió a cuajar un gran partido, pleno de fuerza y con un despliegue físico espectacular. Por momentos, parecía que era su hermano Theo y no él quien estaba recorriendo la banda izquierda del ataque rojiblanco.
Da la sensación, en este inicio de temporada, de que Lucas se está comiendo a Theo y está siendo un jugador mucho más sólido que el actual jugador blanco, adquirido a bombo y platillo por la entidad de Concha Espina este verano tras su gran año en el Alavés.
Lucas ya tuvo su opción en el derbi de Champions de la pasada temporada, pero entonces no pudo cuajar una buena actuación. Mucho más asentado, en este primer enfrentamiento ante el eterno rival, su rendimiento ha sido muy distinto.
El francés llama a las puertas de la titularidad y cada vez se echa menos en falta la presencia de un pilar básico como Filipe Luis cuando el hermano de Theo está en el once. Hay lateral para rato.